Su cuerpo

EL APOSENTO ALTO

Sábado, 27 de febrero de 2010
Su cuerpo

Léase 1ª a los Corintios 6.12-20

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.

-– 1ª a los Corintios 6.17 (RVR)

DESPUÉS de un largo y agotador día en el trabajo, me sentía extenuada. Saliendo de mi trabajo, comencé a imaginar qué bueno sería estar en casa, acostada disfrutando de una taza de café. Cuando llegué a casa, sin embargo, encontré mi casa regada, con alfombras de área desparramadas, llena de polvo y malos olores. La persona que limpia la casa no había venido. Enojada y decepcionada, comprendí que no quería quedarme en ese tipo de ambiente, especialmente después de un día tan agitado como el que había tenido.

De pronto, pude sentir a Dios hablándome suavemente en mi corazón y vi que a menudo hago lo mismo que mi criada: le presto poca atención a mi cuerpo, que es el templo de Dios. A menudo trabajo demasiado o me relajo demasiado sin dejar tiempo para la oración y la lectura de la Biblia. Consumo alimentos que no son saludables sólo para ahorrar tiempo.

Comprendí debido a esta experiencia que Dios desea que cuidemos de nuestros cuerpos. El cuerpo es el templo donde mora el Espíritu Santo. Dios es la fuente de vida y no podemos hacer nada sin su gracia en nuestras vidas.

Sra. Marcelina Dewi Kumalasari (Jakarta Barat, Indonesia)

Oración:

Señor, danos un corazón agradecido. Ayúdanos a glorificarte en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA ¿En qué forma puedo mantener mejor mi cuerpo?

OREMOS:

Por quienes están muy ocupados para descansar.

 

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