EL APOSENTO ALTO

Miércoles, 10 de febrero de 2010 Con gentileza y respeto

Léase Colosenses 4.2-6

Estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen.

-– 1ª de Pedro 3.15 (VPEE)

CUANDO me comprometí con Cristo, quería fundamentar mi fe en hechos, no en sentimientos. Así que me equipé con conocimientos de la Biblia y con la evidencia para respaldar la verdad de su contenido. Estaba tan emocionada por las verdades que aprendí que quería compartirlas con todo el mundo, sobre todo con mi familia y mis amistades. Pero durante los últimos veinte años, Dios me ha enseñado algo importante en cuanto a nuestro testimonio. Dios nos llama a compartir las buenas nuevas del evangelio, no a imponer nuestra fe.

Descubrí esto cuando una amiga, con gentileza, me escribió: «Te agradecería que respetaras mis creencias». Comprendí que mi responsabilidad es ser un instrumento del Espíritu Santo.

Con el tiempo, he desarrollado más sabiduría sobre cómo otras personas reciben lo que quiero compartir. Ahora trato de estar consciente de si he hablado demasiado y dejar el resto al Espíritu Santo. Pablo escribió: «Yo sembré y Apolo regó, pero Dios es quien hizo crecer lo sembrado (1ª a los Corintios 3.6). En vez de hablar demasiado, cuando comparto mi fe, oro.

Sa. Sherri Stumpf (Ohio, EUA)

Oración:

Amado Dios, ayúdame a compartir tu amor con quienes no te conocen. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA Sólo la gracia de Dios cambia los corazones.

OREMOS:

Para saber cuándo hemos dicho suficiente.

 

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