EL APOSENTO ALTO
Martes, 2 de febrero de 2010
El camino de la vida Léase Isaías 35
VOY hacia el noroeste de mi país, Argentina. El camino cruza las Salinas Grandes. Vemos espinillos aparentemente secos. Hasta donde alcanzamos a ver de un lado u otro de este camino nos parece una tierra estéril, desierta, sin rastros de vida. Pero allí viven muchas familias «cosechando» la sal para que sazonemos nuestros alimentos. Sus niños concurren a las escuelas más cercanas. Allí nacen y se crían muchas tortugas, zorros, ofidios y otras criaturas.
En ese camino, donde aparentemente todo está muerto, vino a mi memoria las palabras de Jesús: «Yo soy el camino, la verdad, y la vida...».
Cuán distinto se me presenta el camino que nos señala Jesús. Él es un camino con abundancia de vida; en el cual no se encuentran ni mentiras ni engaños, pues Él es la Verdad. El camino hacia Dios es por medio de Jesucristo, quien nos da el conocimiento para llegar al Padre y convertirnos en verdaderos hijos/as de Dios.
Sa. Celina Kwist (Santa Fe, Argentina)
Oración:
| PENSAMIENTO PARA EL DÍA Jesucristo nos muestra el camino a la verdadera vida. |
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