EL APOSENTO ALTO
Viernes, 26 de febrero de 2010
De corazón a corazón Confía siempre en él, pueblo mío; ábrele tu corazón cuando estés ante él. ¡Dios es nuestro refugio!
Léase el Salmo 27
-– Salmo 62.8 (NVI)COMENCÉ a orar el día que mi padre me dijo que se iba y no volvería jamás. Tenía ocho años y mi corazón estaba destrozado. Esa noche comencé un ritual antes de acostarme que duró por muchos meses. Subía a la cama litera, me cubría con la frazada y susurraba: «Dios, por favor trae de regreso a papá».
¿Ha escuchado las oraciones de los niños? Ellos no tratan de impresionar a Dios con palabras elaboradas. Para los niños la oración es hablar de corazón a corazón con Dios, quien escucha y tiene cuidado. A medida que crecemos, muchos perdemos esa sencillez en la oración. Pero la oración en su forma más pura ocurre cuando los hijos de Dios, no importa cuan jóvenes o ancianos sean, hablan honestamente y con sinceridad al Padre celestial, quien siempre está escuchando.
Cuando las tinieblas se acercan, Dios nos invita a cubrirnos con las frazadas y a derramar nuestros corazones.
He aprendido que Dios no siempre responde a nuestras oraciones en la forma que quisiéramos. Mi padre nunca regresó. Pero bajo las frazadas, aprendí a clamar al que la Biblia llama Abba, «Padre». Me sentí abandonado, pero no estaba solo.
Sr. Dennis King (Nueva York, EUA)
Oración:
Oh Dios, cuando estemos solos, sé con nosotros. Cuando sufrimos, danos consuelo. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Dios está siempre con nosotros.
OREMOS:
Por los niños que están aprendiendo a orar.
¿Quieres tener a tus amigos de Facebook en Messenger? ¡Clic AQUÍ!
No hay comentarios:
Publicar un comentario