La gracia de Dios llena de amor

EL APOSENTO ALTO

Sábado, 5 de febrero de 2011
La gracia de Dios llena de amor

Léase Isaías 43.1-3

Pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.»

-2ª a los Corintios 12.9 (NVI)

UNA manta de nieve recién caída hizo que la entrada al garaje se congelara, y que resbalara hiriéndome mi hombro. La sanidad vino lentamente. Los meses pasaron. Las oraciones por mi recuperación total parecían no ser contestadas. Entonces recordé cómo el apóstol Pablo oraba para que Dios quitara su aflicción, su «aguijón en la carne». Pero Dios no sanó a Pablo. Mas bien, Dios le dijo «Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad».

Mi hombro continúa afligiéndome a veces. Pero hallo fortaleza cuando recuerdo las palabras que Dios le dijo a Pablo. Esas palabras me recuerdan que Dios siempre está conmigo.

Podemos sufrir aflicción física, la pérdida de un ser querido o de un trabajo, tensión en una relación. Podemos orar por alivio y esperar que el Señor responda. Pero dondequiera que batallemos con un desafío continuo, podemos hallar fortaleza sabiendo que Dios nos ama y cuida de nosotros. Con esa seguridad, podemos decir con Pablo: «cuando soy débil, entonces soy fuerte». La fortaleza de Dios nos sostendrá en medio de nuestra debilidad.

Sr. Gerald W. Bauer (Ohio, EUA)

Oración:

Amado Señor, ayúdanos a sentir tu poder en nosotros/as en nuestros momentos de lucha y dolor. Amén

PENSAMIENTO PARA EL DÍA Aunque no seamos perfectos, podemos ser fuertes.

OREMOS:

Por quienes viven con dolor crónico.

 

Pedro: el sediento de Dios