viernes, 18 de febrero de 2011

El día de las pequeñeces

EL APOSENTO ALTO

Viernes, 18 de febrero de 2011
ces«El día de las pequeñeces»

Léase Eclesiastés 3.1-13

Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces, se alegrarán al ver la plomada en la mano de Zorobabel.
-Zacarías 4.10 (RVR)

«¡ESTOY aburrido!». Esta exclamación vino de mi hijo de 12 años a las dos semanas de comenzar sus vacaciones. Él era un ejemplo de aquellos a los que se refería el profeta Zacarías: «...los que menospreciaron el día de las pequeñeces...».

Sinceramente, nos podemos aburrir con lo cotidiano. Para mí el día de las «pequeñeces» es aquél en el cual nada fuera de lo ordinario ocurre. Podemos buscar la emoción, pero haríamos bien en aprender a apreciar los días en que nada fuera de lo usual ocurre, el día de las pequeñeces. En el curso de mi vida, he vivido días difíciles en los cuales algunas personas que amo han sido heridas o han fallecido. Si pudiera escoger entre vivir estos días y los días ordinarios, escogería los ordinarios.

Podemos apreciar las mañanas en que nos levantamos y nada fuera de lo usual ocurre. Vamos al trabajo, regresamos a la casa, cenamos o ayudamos a los niños con sus tareas. Después nos acostamos para una noche de reposo. En esas noches, podemos darle gracias al Dios extraordinario que ha estado con nosotros durante otro día ordinario.

Sra. Harriet Michael (Kentucky, EUA)

Oración:

Gracias, Padre, por todas los días cotidianos en nuestras vidas. Enséñanos a vivir cada uno de ellos para ti. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

Déle gracias a Dios por cada día ordinario.


OREMOS:

Por oportunidades para servir cada día.

 


Pedro: el sediento de Dios



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