EL APOSENTO ALTO
Jueves, 10 de febrero de 2011Madurez espiritual Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre, dejé atrás lo que era propio de un niño.
Léase Mateo 25.14-30
-1ª a los Corintios 13.11 (VPEE)CUANDO mi hija tenía cinco años, le pedí que lavara los platos. Lavó los platos y me llamó. Cuando entré a la cocina, la felicité por su buen trabajo. Dijo: «Ahora soy una ama de casa». Nos reímos y nos abrazamos. Estaba orgulloso de mi hija.
En un sentido más significativo, al Señor le agrada ver que nos convertimos en cristianos maduros y buenos administradores de nuestros dones, habilidades y recursos espirituales. Primero aprendemos a hacer muchas cosas por nosotros mismos, proveyendo para nuestras propias necesidades y las necesidades de nuestra familia y apoyando nuestra iglesia. Después, damos a otras personas, familias e iglesias. Cuando crecemos usando nuestros dones y talentos, podemos bendecir a las personas que nos rodean, a nuestra ciudad y al mundo entero.
El ver a los niños asumir responsabilidades es un gozo. Lo mismo ocurre al ver a las personas adultas madurar en cada esfera de sus vidas. Ver las iglesias creciendo al atraer personas a la fe en Cristo es un gozo especial. Cuando maduramos, como estamos llamados a hacer, el Señor se goza.
Sr. Eduard Khegay (Moscú, Rusia)
Oración:
Gracias, Dios, por ayudarnos a madurar como cristianos. Ayúdanos a traerte gozo. En el nombre de Jesús. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
El Señor se goza cuando maduramos espiritualmente.
OREMOS:
Por los nuevos cristianos.
Pedro: el sediento de Dios
No hay comentarios:
Publicar un comentario