¡Decisiones, decisiones!

EL APOSENTO ALTO

 
Sábado, 12 de febrero de 2011
¡Decisiones, decisiones!

Léase Mateo 18.21-35

No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.

-Romanos 12.21 (NVI)

MI amigo César tuvo que escoger entre ignorar el sufrimiento, o ayudar a alguien que lo había menospreciado y herido. Decidió hacer lo correcto, sin importar lo que había ocurrido entre ellos en el pasado. Con humildad y amor cristiano miró más allá de las enemistades. El amor derramado por el Espíritu Santo en su corazón fue el vencedor.

En las Escrituras encontramos personajes que enfrentaron decisiones similares. El rey David pudo destruir a Saúl, pero le dijo: «No puedo alzar la mano contra él, porque es el ungido del Señor» (1 Samuel 24.6). Jonatán resolvió resistir a su padre al mantenerse del lado de la justicia para defender a David.

A menudo debemos tomar decisiones importantes, algunas de gran efecto. Podemos servir a Dios o a nosotros mismos. Si escogemos a Dios, nuestro corazón se llenará de gozo.

Sa. Andria D. Amore (Tennessee, EUA)

Oración:

Amado Dios, permite que deseemos hacer tu voluntad. Como Jesús, decimos: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos metas en tentación, sino líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA Cada decisión ofrece la oportunidad de servir a Dios.

OREMOS:

Por las personas que enfrentan grandes decisiones.

 

Pedro: el sediento de Dios