lunes, 4 de octubre de 2010

Un manantial infinito


 



EL APOSENTO ALTO

Lunes, 4 de octubre de 2010
Un manantial infinito

Léase Mateo 6.1-42

Cuando tú ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu amigo más íntimo; hazlo en secreto.
-Mateo 6.34 (VPEE)

UNA noche, mientras estudiaba en la biblioteca del seminario, escuché una conversación en una mesa cerca de mí. La mamá de uno de los estudiantes estaba enferma. él quería ir a su casa a visitarla, pero no podía dejar de ganar el dinero que recibía en su empleo a tiempo parcial. La situación me conmovió, y hallé en secreto el nombre del estudiante. Con la seguridad de que no me conocía, busqué hacer algo bueno por él.

Esa tarde, cambié un cheque por la cantidad que él había mencionado y lo puse en un pedazo de papel con estas palabras: «Ve a ver a tu mamá. Con amor, Jesús». Coloqué el dinero y la carta en un sobre que puse en el apartado del estudiante en el seminario. Me sentí bien al saber que quizás había hecho una diferencia en la vida del hijo y de su mamá.

Un manantial infinito de bondad podría fluir de cada uno de nosotros/as para hacer que el mundo sea un lugar más lleno de bondad. Algún día, cuando esté en necesidad, el Señor que ha visto lo que he realizado en secreto, puede recompensarme por medio de un extraño justamente con el regalo que necesito.

Anónimo

Oración:

Amado Señor, danos ojos para ver y oídos para oír las necesidades de otras personas. En tu nombre. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

El cuidado de Dios puede fluir a través de cada uno de nosotros/as.


OREMOS:

Por los estudiantes universitarios y los seminaristas.


 Pedro: el sediento de Dios



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