lunes, 25 de octubre de 2010

Huellas sobre la arena

HUELLAS SOBRE LA ARENA
 
Una noche en sueños, me caminando con Jesús junto a la orilla del mar bajo una luna plateada.  Soñé que veía en los cielos mi vida representada en una serie de escenas que en silencio contemplaba.  Dos pares de firmes huellas en la arena iban quedando mientras Jesús y yo conversábamos como amigos.
 
Miraba atento esas huellas reflejadas en el cielo,pero algo extraño observé, y sentí gran desconsuelo.  Observé que algunas veces, al reparar en las huellas,en vez de ver los dos pares veía sólo un par de ellas.  Y observaba también yo que aquel solo par de huellas se advertía mayormente en mis noches sin estrellas,en las horas de mi vida llenas de angustia y tristeza cuando el alma necesita más consuelo y fortaleza.
 
Pregunté triste a Jesús:
-    "Señor, ¿Tú no has prometido que en mis horas de aflicción siempre andarías conmigo?  Pero noto con tristeza que en medio de mis querellas,cuando más siento el sufrir, veo un sólo par de huellas.  ¿Dónde están las otras dos que indican Tu compañía, cuando la tormenta azota sin piedad la vida mía?
 
Y Jesús me contestó con ternura y compasión:
-    Escucha bien, hijo mío, comprendo tu confusión.  Siempre te amé y te amaré, y en tus horas de dolor, siempre a tu lado estaré para mostrarte Mi Amor.  Si ves sólo dos huellas en la arena al caminar, y no ves las otras dos huellas de tus pisadas, es que en tu horas de aflicción, cuando flaqueaban tus pasos, es porque Yo te llevaba en mis brazos".
 
Autor Desconocido   
 
DIOS LO SABE
 
    Cuando estás cansado y desanimado tras esfuerzos infructuosos; Dios sabe cuán duro lo has intentado.
    Cuando has llorado por mucho tiempo y tu corazón está angustiado; Dios ha contado tus lágrimas.
    Si sientes que tu vida está estancada y que el tiempo te está pasando de largo; Dios te está esperando.
    Cuando te sientes solo y los amigos están tan ocupados que ni siquiera pueden llamarte por teléfono; Dios está a tu lado.
    Cuando piensas que lo has intentado todo y no sabes qué dirección tomar; Dios tiene una solución.
    Cuando nada tiene sentido y estás confundido o frustrado; Dios tiene la respuesta.
    Si de repente tu futuro se ve brillante y encuentras trazos de esperanza; Dios te lo ha susurrado.
    Cuando las cosas van bien y tienes mucho por qué estar agradecido; Dios te ha bendecido.
    Cuando algo gozoso te pasa y estás lleno de agradecimiento; Dios te ha sonreído.
    Cuando tienes un propósito en la vida y un sueño que seguir; Dios ha abierto tus ojos y te ha llamado por tu nombre.

Recuerda que donde quiera que vayas o ante cualquiera cosa que enfrentes; Dios lo sabe.
 
Autor Desconocido   


 Pedro: el sediento de Dios



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