Recibir al dèbil

EL APOSENTO ALTO

Viernes, 1 de octubre de 2010
Recibir al débil

Léase 2ª a los Corintios 12.6-10

Reciban bien al que es débil en la fe, y no entren en discusiones con él.

-Romanos 14.1 (VPEE)

POR sufrir de fibromialgia, una condición que incluye síntomas de fatiga crónica y dolor en todo el cuerpo, tiendo a pensar en el término debilidad como algo que se refiere a luchas físicas. Algunos días mis manos tiemblan cuando intento abrir algunos envases, me duelen los músculos cuando trato de escribir o peinarme, y la fatiga me puede abrumar completamente.

Cuando me siento muy débil, me apoyo en las amistades y en los miembros de mi familia que no me dicen que mis esfuerzos son insuficientes o que tienen paciencia porque reconocen que no soy tan fuerte como ellos. A pesar de la lentitud de mis esfuerzos, sigo encontrando formas de compartir mi amor con ellos. Continúo sintiéndome apreciada.

Cuando estoy débil espiritualmente, necesito aun más aceptación. Todos nosotros/as pasamos por momentos donde nuestra fe no es tan fuerte como nos gustaría que fuera. Pero seguimos teniendo un lugar en la familia de Dios. En lugar de condenarnos por nuestra debilidad, Dios nos recibe y nos guía a aceptar a otras personas.

Sa. Bethany F. Brengan (Kentucky, EUA)

Oración:

Amado Señor, gracias por recibirnos y usarnos, aún cuando estamos débiles. Ayúdanos a no juzgar a otras personas, sino a extender tu amor a quienes son débiles en la fe. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA Las personas que nos rodean necesitan más aceptación que juicio.

OREMOS:

Por quienes viven con enfermedades crónicas.