viernes, 23 de abril de 2010

Una historia para narrar

EL APOSENTO ALTO

Viernes, 23 de abril de 2010
Una historia para narrar

Léase Juan 5.1-15

Levántate, recoge tu camilla y anda le contestó Jesús. Al instante aquel hombre quedó sano...
-– Juan 5.89 (NVI)

DURANTE el servicio de adoración, escuché una canción que fue interpretada por niños de la calle que habían entregado sus vidas a Cristo. La canción era sobre cuán lejos Dios los había traído. Mientras meditaba en la canción, las palabras me daban esperanza. Al final del servicio, acepté a Cristo.

La herramienta más influyente que tenemos para ministrarle a otras personas es nuestro testimonio. Cada uno de nosotros tiene una historia diferente a la del hombre que Jesús sanó cerca del estanque de Betesda. Cuando este hombre encontró a Jesús, toda su vida cambió. Fue sanado y pudo caminar. Lo que Jesús hizo por él le dio un testimonio que no podía guardar para sí. Lo tenía que compartir con otras personas.

Por mi experiencia, sé que es importante para nosotros los creyentes compartir nuestras experiencias de cómo hemos conocido el amor de Cristo. Podemos hacerlo a través de una canción, un poema, una obra teatral o compartiendo nuestro testimonio. Quizás alguien será bendecido y motivado, y hasta puede ser ¡que entreguen su vida a Cristo!

Sa. Alice Mwikali (Nairobi, Kenya)

Oración:

Señor, recuérdanos a diario que la historia de nuestra relación contigo tiene gran valor para otras personas. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

El narrar nuestra historia es una forma simple de compartir el amor de Dios.


OREMOS:

Por personas que no han oído de Cristo.

 



¿Quieres navegar seguro? Hazlo con Internet Explorer 8

No hay comentarios:

Publicar un comentario