EL APOSENTO ALTO
Sábado, 10 de abril de 2010
Cuando golpees la roca, saldrá agua de ella para que beba la gente. Agua de la roca
Léase éxodo 17.1-7
-– éxodo 17.6 (VPEE)MIENTRAS escribo estas palabras, muchas personas en mi comunidad de fe están preocupadas porque un centro de ayuda a la comunidad muy valioso, podría cerrar debido a la falta de fondos. Este centro provee ayudas a las familias pobres que viven en la ciudad y un lugar seguro para los deambulantes.
Mientras defendemos y oramos por los fondos para mantener el centro abierto, el tiempo corre. Sabemos que Dios cuida de las personas pobres; pero al igual que el pueblo hebreo cuando salió de Egipto, se nos hace fácil quejarnos: «¿Está Dios entre nosotros o no?». Las personas en el éxodo sabían que su supervivencia dependía de tener agua. Cuando expresaron su preocupación a Moisés, él acudió a Dios, y Dios respondió en una forma sorpresiva. Al mandato de Dios, Moisés golpeó la roca y el agua fluyó.
Dios responde a nuestras oraciones en formas que no podemos imaginar. Quizás en lugar de orar para que el centro permanezca abierto, debemos orar para que veamos la mano de Dios no importa lo sorprendente que resulte.
Sra. Sharlene McGovan (Saskatchewan, Canadá)
Oración:
Dios bendito, enséñanos a confiar en tu cuidado y sabiduría infinita. Permite que te obedezcamos y nos preparemos para ser sorprendidos por tus actos de amor. Amén.
Cuando se torne a Dios, prepárese para ser sorprendido.
OREMOS:
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