EL APOSENTO ALTO
Viernes, 16 de abril de 2010
¡Pueblo mío, confía siempre en él! ¡Háblenle en oración con toda confianza! ¡Dios es nuestro refugio! En busca de refugio
Léase el Salmo 62.5-8
-– Salmo 62.8 (VPEE)CRECÍ en un área donde los tornados azotan con fuerza. Recuerdo a mis padres despertándome en medio de la noche, y llevándome a nuestro sótano donde esperábamos a que pasara la tormenta. Mi familia se juntaba, mientras escuchábamos la alarma de tornados, el viento moviéndose alrededor de nuestra casa y el granizo golpeando nuestras paredes. Me asustaba escuchar el poder de la tormenta que golpeaba arriba. El sótano era un lugar relativamente seguro, pero sabía que los tornados podían destruir casas en minutos.
Nuestro sótano refugiaba a mi familia del tornado y nos daba un sentido de protección. Pero como enseña el salmista, mi refugio es el Señor. Dios ofrece seguridad superior a cualquier otro refugio terrenal. No importa el problema que enfrentemos, podemos buscar refugio en Dios al orar de forma sincera sobre nuestros temores. Así como Dios escuchó el clamor del salmista, Dios escucha nuestro clamor. Podemos descansar seguros en que nuestro Creador probará ser confiable. Así como mi familia corrió a nuestro sótano cuando un tornado amenazaba, en momentos de dificultad podemos correr hacia Dios.
Sra. Lauren Vásquez (Texas, EUA)
Oración:
Señor, ayúdanos a confiar y a refugiarnos en ti, no importa lo que enfrentemos hoy. Amén.
El poder de Dios es más grande que la tormenta que enfrentemos.
OREMOS:
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