martes, 6 de abril de 2010

EL APOSENTO ALTO

Martes, 6 de abril de 2010
El don de Dios

Léase Efesios 2.4-10

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
-– Filipenses 4.19 (RVR)

LA lluvia caía tan suavemente que apenas me percaté. La mayor parte de Australia había estado bajo el efecto de la sequía más devastadora en nuestra historia. Mi mente retornó a los días de mi niñez cuando brincaba en los charcos después de la lluvia. Cuando hay una tormenta, no podemos ignorar la lluvia que cae fuertemente alrededor de nosotros, pero en este día la lluvia estaba cayendo tan suavemente como nunca antes, bendiciendo la tierra. Podía esperar con esperanza la venida de nuevas cosechas.

Mientras meditaba en la lluvia, recordé la gracia de Dios y su misericordia cayendo libremente sobre nosotros. En ciertos momentos Dios derrama bendiciones sobre nosotros/as. Sin embargo, la mayor parte de las bendiciones de Dios son como la lluvia suave, cayendo a veces tan silenciosamente que ni siquiera me doy cuenta de ellas. No es hasta que veo los resultados de esas bendiciones que reconozco cómo Dios me ha provisto todas las pequeñas cosas que necesito día a día.

Sra. Cora Williams (Queensland, Australia)

Oración:

Dios bondadoso, perdónanos cuando fallamos en reconocer tus bendiciones. Ayúdanos a verte obrando cuando derramas tus bendiciones en abundancia, así como cuando las pequeñas bendiciones llegan tiernamente a nuestras vidas. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

Hoy voy a dar gracias por las pequeñas bendiciones que Dios envía.


OREMOS:

Por quienes no perciben a Dios actuando.


 



¿Quieres navegar seguro? Hazlo con Internet Explorer 8

No hay comentarios:

Publicar un comentario