Nada nos puede separar

EL APOSENTO ALTO

Sábado, 3 de abril de 2010 Nada nos puede separar

Léase Romanos 8.28-39

De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.

-– Juan 3.16 (RVR)

ME sentí devastada cuando mi doctor me dijo que el corazón del bebé en mis entrañas ya no latía. Mi parto iba a ser provocado el viernes. Siguiendo la sugerencia de mi pastor, leí Romanos 8. El amor de Dios se sentía distante esa mañana, mientras luchaba con el dolor de mi pérdida.

El viernes en la tarde le permitieron a mi pastor venir a mi cuarto. Tiernamente me recordó: «Dios sabe lo que es sufrir en el Viernes Santo». Sentí como si hubiera visto el rostro de Dios. Había olvidado que era Viernes Santo. Treinta minutos más tarde, al dar a luz a mi hijo, sufrí; pero me consolé al pensar que Dios dio a su Hijo único para morir por mí para que mis pecados fueran perdonados y tuviera vida eterna (Vea Juan 3.16).

Aquí en la tierra pasamos por situaciones dolorosas que nos deprimen. Pero la Biblia dice:?«Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor» (Apocalipsis 21.4). En el Domingo de Resurrección, recordamos que nada nos separará del amor que Dios y Jesús nos expresaron el Viernes Santo.

Sra. Brenda L. Tucker (Carolina del Sur, EUA)

Oración:

Padre, cuando lucho con las pérdidas, ayúdame a recordar tu amor al dar a tu Hijo para morir por nosotros. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA ¡Nada nos puede separar del amor de Dios!

OREMOS:

Por quienes sufren la muerte de un/a hijo/a.

 

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