EL APOSENTO ALTO
Lunes, 17 de mayo de 2010
Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador... En el cielo
Léase Juan 14.1-7
-– Filipenses 3.20 (RVR)EL diagnóstico de que Andy tenía cáncer había sido estremecedor. Ahora yacía tendido, casi incapaz de moverse. Estaba a sólo horas del final de una dura batalla con el cáncer del páncreas. Hablamos, y nuestra conversación se tornó hacia el cristianismo y la vida eterna. La voz suave de Andy se hizo firme cuando dijo: «He depositado mi fe en Jesucristo, mi Salvador».
Mientras estaba frente a su cama, las lágrimas vinieron a mis ojos. Levantó sus manos temblorosamente y las tomé. «Todos te amamos mucho», le dije. «Te veré en el cielo».
Podemos depositar nuestra total confianza en esta promesa. En el cielo viviremos en eterna paz y gozo, alabando a Dios. Debido a mi confianza en Jesús, no temo a la muerte. Estoy seguro de que Dios me dará la fortaleza para pasar de las tinieblas de este mundo a la presencia brillante de Cristo.
Sr. Fred Borchelt (Massachusetts, EUA)
Oración:
Gracias, Dios, por enviar a tu hijo a mostrar el camino hacia ti. Oramos: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos metas en tentación, sino líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén.
La promesa divina de la resurrección es más fuerte que la muerte.
OREMOS:
¿Sabes que Hotmail tiene capacidad de almacenamiento ilimitada?
No hay comentarios:
Publicar un comentario