Verano e invierno

EL APOSENTO ALTO

Domingo, 8 de agosto de 2010
Verano e invierno

Léase Eclesiastés 3.1-13

Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré.

-Isaías 46.4 (NVI)

EN Suráfrica, en julio, el invierno ya ha llegado. En esta época, la yerba se seca, el terreno se endurece y las mañanas frías se entremezclan con días relativamente cálidos. Hemos hecho la transición, estemos conscientes o no, del otoño al invierno. El clima inestable que viene con el cambio queda atrás a medida que la época avanza.

Es parecido a nosotros/as. Estamos constantemente en una temporada o entre temporadas en nuestras vidas personales, nuestra iglesia y comunidad, nuestras naciones; y el «tiempo entre ellas» a menudo nos inquieta. Nuestra nación experimentó esto cuando elegimos a nuestro nuevo presidente. Pero como suele ocurrir, este tiempo inestable ha llevado a una gran creatividad, con muchas ideas nuevas puestas en práctica para lidiar con asuntos nacionales que demandan atención.

En cualquier época en que estemos, nuestro Dios amoroso continúa bendiciéndonos. Cada etapa de la vida trae frutos que nos recuerdan la presencia de Dios y nos hacen ser agradecidos/as. Más que nada, estas bendiciones nos recuerdan que Dios nos ama a cada uno con una intensidad sin igual cada día.

Sr. Roland Rink (Gauteng, Suráfrica)

Oración:

Dios bondadoso, abre nuestros ojos a las bendiciones que cada día brinda. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA En cada época de la vida, Dios ofrece dones para disfrutar.

OREMOS:

Por los nuevos líderes de las naciones.