EL APOSENTO ALTO

Miércoles, 11 de agosto de 2010 De uno para todos

Léase Santiago 2.1-5

Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros...

-1ª de Juan 4.12 (NVI)

EL Domingo de Ramos, un extraño apareció en la escuela bíblica con olor a alcohol, después de tomar más de la cuenta en un festival del área. La clase lo invitó a quedarse para el servicio, que comenzaba con la congregación gozosa moviendo las palmas. Caminando con pasos inciertos, el visitante se unió y movió sus palmas con entusiasmo.

Antes del sermón, los miembros se saludan unos a otros. El visitante parecía sentirse bendecido a medida que cada persona le decía: «La paz de Dios esté contigo». Pero después se puso a caminar por el santuario. Nadie sabía qué hacer.

Después de unos minutos, una mujer se acercó al visitante, tomó sus manos y le preguntó: «¿Le gustaría sentarse conmigo?». Él respondió a su gentileza, y se sentó durante el servicio. Sólo unas semanas antes, esa mujer bondadosa le había hablado al pastor de su temor hacia las personas extrañas. Ellos oraron para que el Señor le ayudara a vencer su fobia. Los temores son reales, pero el tipo de amor que Dios ofrece puede remover, echar fuera y vencer al miedo.

Sr. Ron Barham* (Mississippi, EUA)

Oración:

Oh Dios, ayúdanos a recibir a las personas extrañas con tu amor. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA ¿Cuándo ha recibido su iglesia a un extraño?

OREMOS:

Por las familias de personas alcohólicas.