domingo, 15 de agosto de 2010

EL APOSENTO ALTO

Domingo, 15 de agosto de 2010
Cosecha

Léase el Salmo 126

Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla, pero al volver vendrá con regocijo trayendo sus gavillas.
-Salmo 126.6 (RVR)

EN la primavera del 2001, comencé a dirigir el estudio bíblico para mujeres en la iglesia donde mi esposo era pastor. Nuestro grupo comenzó con doce mujeres; otras se unieron en el otoño. Durante la segunda sesión de estudio, mi esposo falleció repentinamente. Una semana después de su funeral, regresé a dirigir el estudio. No fue sólo un gesto de nobleza. Sabía que estas mujeres a quienes amaba serían mi apoyo.

Durante ese estudio, desarrollamos una relación muy estrecha. Según les compartía mi dolor, mis dudas y mi enojo con Dios, las mujeres hablaban de sus sentimientos más profundos. Una persona comentó que yo era la mujer más fuerte que ella había conocido. Yo no me sentía fuerte. Aunque era la líder, era la fortaleza del grupo la que me sostenía.

Nuestro grupo eventualmente creció a más de 40 mujeres, y sólo Dios merece el crédito. Creo que Dios utilizó mi sinceridad cuando comencé a dudar, para producir el fruto que nunca me hubiera podido imaginar. Aun la más débil entre nosotras puede proclamar que Dios es siempre fiel.

Sa. Sandy Sheppard (Michigan, EUA)

Oración:

Oh Dios, cuando nuestras luchas nos lleven a alejarnos, ayúdanos a ser sinceros y a mantenernos sirviendo. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

El hablar sobre nuestras dudas puede ayudarnos a crecer en la fe.


OREMOS:

Por los líderes de estudios bíblicos.

 

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