jueves, 26 de agosto de 2010

Testigos

EL APOSENTO ALTO

Jueves, 26 de agosto de 2010
Testigos

Léase 2ª a los Corintios 1.3-7

Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación.
-2ª a los Corintios 1.3 (NVI)

LOS pacientes terminales a menudo saben cuando la muerte se acerca, pero no sabía si Dolores tenía una actitud demasiado optimista. «No estoy lista para morir», dijo. «Me voy para casa». La enfermera me había llamado, como la capellana de turno, porque pensó que Dolores estaba por morir.

Dolores volvió a su casa, pero regresó a recibir más tratamientos. Cuando me detuve a verla, casi no la podía reconocer por los efectos de los tratamientos. De pronto exclamó: «Él estuvo aquí». «¿Quién estuvo?», le pregunté. «¡Jesús! Estaba acostada y miré a esa pared y…». Se detuvo. Sus ojos se llenaron de lágrimas. «¡Jesús pasó a través de esa pared. El cuarto se llenó de luz y de paz!».

Hallé su gozo tan palpable que comencé a llorar. Ante esta experiencia, sentí con todo mi ser que lo que los cristianos decimos y esperamos es cierto. El que una vez caminó entre nosotros/as, el que murió en la cruz, resucitó. él es fiel y no nos dejará sin consuelo. A veces se requiere la fe de otra persona para recordarnos esto.

Sa. Marcia Krause Bilyk (Nueva Jersey, EUA)

Oración:

Oh Dios, gracias por venir a nosotros en nuestra necesidad y por darnos poder para vivir fielmente. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

Lo que proclamamos y esperamos es cierto: Cristo resucitó.


OREMOS:

Por personas que trabajan en hospitales.

 

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