miércoles, 25 de agosto de 2010

Madres solteras

MADRES SOLTERAS
 
En el mundo existen madres solteras por elección: aquellas que deciden tener un hijo cuando el reloj biológico se empieza a cerrar y la pareja no llega, las que deciden separarse de su pareja porque la relación no funcionó, o las madres solteras abandonadas: mujeres que fueron rechazadas por el hombre.
 
Este el caso de Lucía: un atraso en la menstruación era la única prueba que ella tenía sobre su posible embarazo. Tenía 23 años. Habían pasado dos meses desde su última relación sexual. El hombre con el que había estado era publicista, dueño de una multinacional. Se habían conocido en un bar y allí mismo él le había dado su número telefónico, porque a ella sus padres no le permitían recibir llamadas. Los encuentros con Carlos, aquel hombre, eran a escondidas, porque la familia de Lucía era tan conservadora que no permitía que tuviera amigos y mucho menos novio.
 
Un día se levantó dispuesta a realizarse la prueba de embarazo. El resultado: positivo. Por su cabeza empezaron a pasar varias ideas, entre ellas: abortar, irse de su casa o suicidarse. Pero ninguna idea la convenció. Así que decidió encerrarse en su habitación.
 
Los síntomas no dieron espera y llegaron las agrieras y el vómito.  Los padres, decepcionados de Lucía, la obligaron a ir a un consultorio médico para que abortara.  Pero en ese lugar, Lucía encontró las personas que salvarían la vida de su bebé. El médico que la atendió le aconsejó que no matara una vida. Era lo que necesitaba en ese momento", relata con dulzura.  Decidió afrontar la situación. Su padre la echó de la casa con unas palabras fuertes: "Vete, y regresa cuando te hayas desecho de esa criatura".

Desde ese momento empezó el calvario de Lucía; fue a buscar al padre de su hijo, pero no le dio la cara, le dijeron que había viajado a Estados Unidos. Así que le pidió hospedaje a una amiga. Mientras crecía ese ser en su barriga, ella trataba de alimentarse sanamente, pero nunca tuvo la posibilidad económica de realizarse los exámenes gestacionales ni las ecografías. Como no tenía dinero para tener a su bebé en una clínica privada, lo tuvo en un hospital público a cambio donar sangre. Tiempo después del nacimiento de la pequeña, los padres de Lucía la recibieron en su casa. Hoy, 22 años después, el abuelo ama a la nieta, y los tíos son la figura paternal. Lucía es un ejemplo para su familia, por la valentía y las batallas superadas.
 
Desde el principio ella se esforzó por darle lo mejor a su hija. Al cabo de 4 años, Lucía consiguió un trabajo estable, en el que aún se mantiene: un supermercado. En su trabajo le enseñó a sumar a la pequeña, contando los huevos y las monedas de la tienda; le enseñó a leer, y le enseñó que la sonrisa de una madre alivia los dolores, que la compañía de ella cubre el frío y que su amor es interminable. Hoy, esa hija es profesional y hace una mención de honor a esas madres valientes que enfrentan la vida y, en muchos casos, los rechazos de la sociedad.
 
Crianza Con Esmero
La familia conformada por el padre y la madre es el ideal de crianza en la sociedad, en el cual cada uno tiene un rol definido, pero actualmente existe un alto diagnóstico de padre ausente:  "A las mujeres les toca, por obligación, ser buenas madres, buenas mujeres, buenas profesionales. Buenas en todo. Además, deben ser madre y padre a la vez, porque él no está". La mujer sigue siendo el pilar de la familia", asegura la feminista Florence Thomas.

Por estas razones, no es fácil la vida de una madre soltera abandonada. Cuando una persona se ve enfrentada a una situación obligada, hace que no esté en las mejores condiciones, porque puede generar depresión, decepción de sí misma e ideas de reproche, lo cual se puede manifestar con el maltrato hacia el menor.  También puede ser el lado opuesto. La madre sobreprotectora que no le permite al niño vivir tranquilamente. Esto se da porque su hijo es el único 'tesoro' mientras que todo mundo le dio la espalda. 

Las madres solteras abandonadas, pueden sentir mucha depresión, ansiedad y tristeza, y estas se transmiten al bebé desde el cuarto mes de gestación.   A veces por su condición económica deben ocupar la mayoría de su tiempo en el trabajo, con el fin de conseguir el dinero para responder por su hijo. Esto implica que la madre no pase el suficiente tiempo con el pequeño y este no tenga una crianza adecuada.

Hablar con el niño acerca de su padre es fundamental. Cuando están bebés, los padres son una mamá accesoria. Pero, a medida que los menores van comprendiendo, empiezan a diferenciar que existe una madre y un padre y que cada uno cumple una función distinta.  A los niños siempre se les debe hablar con la verdad sobre sus padres, pero nunca referirse despectivamente a él. Cuando estén grandes, los niños sacarán sus propias conclusiones.
 
Cuando hay un rechazo de la sociedad hacia estas mujeres y sus hijos, los niños se sienten discriminados, saben que no hay equidad con el resto de menores y pueden crear cuadros depresivos.  Parte del proceso está en desarrollar un buen entorno social y familiar. Los niños que no tienen la presencia del padre necesitan tener confianza en sí mismos. Es indispensable mejorar la autoestima y que entiendan que pueden ser felices sin tener un padre al lado.

Los mayores problemas de rechazo se dan en mujeres que son dependientes de los padres y de su familia en general, porque las maltratan sicológicamente y las atacan con preguntas frecuentes sobre el padre de ese hijo.  No obstante, lo primero que debe hacer una mujer abandonada es aceptar el rechazo de su pareja, y debe superar las dificultades del impacto económico que tendrá con el menor.   Estos problemas emocionales de aceptación podrían generar un trastorno depresivo en la mujer, por toda la carga emocional que tiene en ese momento.
 
Cuando la mujer esté presentando síntomas de angustia, ansiedad, tristeza y culpabilidad, debe recurrir inmediatamente a un consejero (la mayoría de las iglesias cuentan con este tipo de ayuda), con el fin de que una persona le brinde apoyo personal y espiritual (a veces, hasta económico).  Muchas veces estas pacientes dejan avanzar el problema y llegan a pensar en el suicidio, o dejan de hacerse sus controles prenatales o hacen maniobras abortivas. Toman el camino más fácil y a veces, este resulta ser el menos apropiado.
 
Es importante que la familia apoye a una madre soltera con el fin de prevenir la ansiedad y la depresión en las embarazadas; nunca rechazar al bebé ni ocultar el embarazo con una faja, esto trae problemas físicos y sicológicos en el bebé.
 
Escrito Por: Mónica Toro
Redactora ABC del bebé


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