Viernes, 2 de julio de 2010¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? Un Dios bondadoso
Léase Mateo 20.1-16
-Mateo 20.15 (RVR)EL que nos podamos identificar con estos trabajadores es realmente un punto principal de la parábola. Nada de lo que hagamos nos dará el derecho a la vida eterna. No importa si seguimos a Dios durante toda nuestra vida o solamente en los últimos días. La única forma en que podemos entrar al cielo es aceptando el don de la salvación ganado para nosotros/as por Jesucristo en la cruz. El Dios al que servimos es generoso, no importa cuándo lleguemos al arrepentimiento.
Sa. Joanna Ronalds (Victoria, Australia)
Oración:
Dios del mundo, te alabamos por tu amor generoso y abundante. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
Sea que lleguemos temprano o tarde, somos valiosos para Dios.
OREMOS:
Pedro: el sediento de Dios
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