EL APOSENTO ALTO
Viernes, 9 de julio de 2010Tú, oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y aún hoy anuncio todos tus prodigios. Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera... Nuestro legado espiritual
Léase Deuteronomio 6.4-9
-Salmo 71.1718 (NVI)MI padre murió en el 1990 a la edad de 83 años. Fue un hombre de Dios profundamente preocupado por la vida espiritual de sus hijos. éramos tres hermanos y dos hermanas. Nos enseñó la palabra de Dios mientras éramos jóvenes. Recuerdo que antes de ir a dormir nos reunía y nos contaba las historias de Moisés, José, David y Samuel así como las parábolas y los milagros de Jesús. Esto tuvo un profundo impacto en nosotros. Desde una edad temprana conocimos a Jesús y pudimos aceptarle como nuestro Salvador.
Los hijos son una herencia hermosa y un maravilloso don de Dios. Cada hogar cristiano puede ser un instituto teológico, y los padres ser los primeros en hablar la palabra de Dios a sus hijos. Podemos presentarle a Jesús cuando son jóvenes.
La Biblia nos encomienda pasar nuestro legado espiritual a la siguiente generación. ¿Cómo podemos sembrar la Palabra santa de Dios en los corazones de quienes amamos? Esto es un gran desafío.
Sr. Jayant S. Trajker (Gujarat, India)
Oración:
Dios de amor, danos sabiduría para enseñar tu Palabra santa por medio de nuestras palabras y acciones. Amén.
¿Cómo le puedo mostrar a otras personas el camino a la fe?
OREMOS:
Pedro: el sediento de Dios
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