jueves, 29 de julio de 2010

Serenidad, valor y Sabiduria

El teólogo y politólogo norteamericano Reinhold Niebuhr (1892-1971) dejó una oración que sería bueno que todos pudiésemos pedirle a Dios como él lo hacia:

"Dios concédeme serenidad para aceptar
las cosas que no puedo cambiar,
valor para cambiar las cosas que sí puedo
y sabiduría para reconocer la diferencia".

Se dice que alguien tiene serenidad cuando es apacible, sosegado, sin turbación física o moral.

Valor es la cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros; tambiénsignifica: impetuosa decisión y esfuerzo del ánimo.

Y sabiduría es el grado más alto del conocimiento, o una conducta prudente en la vida.

Digo pedirle a Dios, refiriéndome a esos momentos en los que suceden hechos o alguien tiene actitudes que no son las que deseamos o que no nos hacen feliz. Esos en los que solemos decir: ¿porqué a mí? ¡Justo a mí me viene a pasar esto!Aceptar es reconocer que lo sucedido, sucedió.

Ese es el momento de pedir serenidad para darme cuenta que el hecho escapa a mis fuerzas, a mi intervención.

A veces tenemos que cambiar algo en el trabajo, en una relación o en lo personal y seguimos dando y dando vueltas a lacircunstancia que nos está dañando.
Puede que no supiste cómo hacerlo, a través de está oración tenés la clave: pedirle a Dios el valor para dar ese paso.

En cuanto a serenidad y valor podríamos llenar páginas, y puedes estar o no de acuerdo conmigo; pero en cuanto a sabiduría para reconocer la diferencia no hay, como se dice por ahí: "vuelta de hoja".

La biblia dice que "El principio de la sabiduría es el temor a Dios", lo primero para comenzar a "reconocer la diferencia" entre lo que puedo o no cambiar es reconocer a Dios en nuestros caminos.

Aprende que "el temor de Dios" además de ser el comienzo (o principio regulador) de la sabiduría (Sal. 111:10); es el secreto de la rectitud (Pr. 8:13); es una de las características de las personas en las que Dios se deleita (Sal. 147:11), y es el deber total del ser humano (Ec. 12:13).

¿Y cómo encuentro esa sabiduría?

Recuerda lo que Santiago escribió: "Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie".




No hay comentarios:

Publicar un comentario