EL APOSENTO ALTO
Miércoles, 14 de julio de 2010
Pues ustedes, que sobresalen en todo... deben sobresalir en esta obra de caridad. La gracia de dar
Léase 2ª a los Corintios 8.1-7; 9.6-8
-2ª a los Corintios 8.7 (VPEE)LEÍ nuevamente la tarjeta que contenía la donación generosa: el dinero necesario para pagar la visita a nuestra familia en Japón. La viuda que nos hizo el donativo nos dijo que el regalo y la cantidad eran idea de Dios, y que ella estaba obedeciendo. ¡Qué bendición para nosotros y que lección para mí!
Su fe y su generosidad desafiaron mi actitud hacia el dar en general y el dinero en particular. Somos una familia de ingresos modestos, y lo que siempre he considerado «cuidadoso» ahora lo veo como avaricia y falta de fe.
Pablo le dijo a los corintios que Dios nos dará suficiente para que podamos ser generosos en cada circunstancia. Esta generosidad implica no solamente nuestra actitud hacia el dinero, sino hacia nuestro tiempo, talentos y hospitalidad.
Tenemos el ejemplo supremo en Jesús, quien dio todo lo que tenía por nosotros de manera que pudiéramos compartir todo lo que él tiene. No podemos dar más que Dios, quien toma de su abundancia para darnos sin medida más de lo que le hemos dado a otras personas. Al hacer eso, Dios nos inspira a participar en un ciclo continuo de generosidad.
Sa. Colette Williams (Tusmore, Australia)
Oración:
Amado Padre, ayúdanos a dar con gozo y a ser generosos en todo, así como tú lo eres con nosotros. Amén.
La generosidad es una actitud ante la vida.
OREMOS:
Pedro: el sediento de Dios
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