Te veo en casa

EL APOSENTO ALTO

Sábado, 8 de enero de 2011 «Te veo en casa»

Léase 1ª de Juan 4.7-16

Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.

-Juan 8.12 (VPEE)

MI padrasto se agachó para preguntarnos a mi hermano y a mí si queríamos llamarle «papá» o «Jaime». Inmediatamente decidimos llamarle «papá». De una forma u otra, pudimos ver que el compromiso que él hizo con nosotros fue como el compromiso incondicional que Dios ha hecho con nosotros.

En el juego de baloncesto de la escuela intermedia, busqué a papá entre la gente. Él siempre venía a mis juegos, aunque yo raramente jugaba. Esperó para hablar conmigo antes de que abordara el ómnibus. Papá vio cuán decepcionado estaba conmigo mismo. Sus palabras han quedado en el recuerdo: «Siempre estaré orgulloso de ti, ya sea que seas la estrella o estés sentado en el banco. Te amo, hijo. Te veo en casa».

¿No es esto como lo que nuestro Padre celestial nos dice a nosotros/as? En Cristo, Dios se inclinó hacia nosotros y nos ofreció la oportunidad de llamarle «Padre». Debido a que papá siguió a Cristo, he visto la luz de Cristo. La verdadera luz viene de Dios, y quiero mostrarles a mis hijos esa luz. Quiero hablarle a otros acerca de Cristo. El Padre espera vernos en casa.

Sr. Mark Brewer (Texas, EUA)

Oración:

Amado Dios, enséñanos a reflejar la luz de Cristo, para que cada persona pueda ver tu amor incondicional. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA Aunque nos sintamos decepcionados con nosotros mismos, el amor de Dios es constante.

OREMOS:

Por las familias combinadas.

 Pedro: el sediento de Dios