miércoles, 5 de enero de 2011

La presencia de Dios

EL APOSENTO ALTO

Miércoles, 5 de enero de 2011
La presencia de Dios

Léase Isaías 55.10-13

El cielo proclama la gloria de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste.
-Salmo 19.1 (VPEE)

ALGUNOS días pido que pueda estar consciente de la presencia de Dios. Cuando el día no transcurre como lo anticipaba, me he preguntado: «Dios, ¿dónde estabas hoy?».

En lugar de sentir el toque de Dios en la lluvia, me he enojado por mojarme. En lugar de escuchar la voz de Dios en una canción, me he quejado de estar detenida en el tráfico. Ocupada con mi trabajo, no he visto a Dios en la sonrisa de la persona con la que me crucé en el pasillo.

En días como éstos, permito que mi ritmo frenético me impida reconocer los recordatorios que Dios proveyó durante el día. Dios pudo mostrar su poder en el trueno en la mañana. Dios pudo haberme hablado durante el día a través de la palabra de aliento de un amigo, el saludo de un extraño. La belleza de Dios puede brillar en la puesta del sol. Los besos de las buenas noches de mis hijos siempre brindan un toque de Dios.

Señales como éstas están presentes cada día. Pero cuando buscamos solamente maravillas monumentales que representen la presencia de Dios, podríamos pasar por alto los recordatorios diarios que Dios provee.

Sra. Marcia Hodge (Florida, EUA)

Oración:

Gracias, Señor, por tu presencia constante. Haznos más conscientes de ti en cada aspecto de nuestras vidas. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

Estaré pendiente de los recordatorios de la presencia de Dios.


OREMOS:

Para que seamos sensibles a la presencia de Dios.


 Pedro: el sediento de Dios



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