El perdon de todos los pecados

EL APOSENTO ALTO

Domingo, 23 de enero de 2011
El perdón de todos los pecados

Léase Hechos 26.9-18

Porque esto es mi sangre... sangre que es derramada en favor de muchos para perdón de sus pecados.

-Mateo 26.28 (VPEE)

DE niño, a menudo pasaba los sábados en la noche en la casa de un amigo que vivía cerca, y después iba con ellos a la iglesia. Un día, mientras al arrodillarme en el altar para tomar la comunión, noté que las ofrendas habían sido colocadas frente al altar. Había varios billetes cerca de donde me arrodillé. Al ver los billetes, extendí la mano para tomarlos. Inmediatamente, mi intención se vio frustrada por la madre de mi amigo.

Ahora comprendo que fue un impulso de la niñez y no un pecado fatal. Pero recuerdo que me sentí muy culpable. Sentí alivio cuando los vecinos no le dijeron nada a mi mamá.

Por muchos años ese fue mi primer recuerdo de la comunión. Pero como adulto comencé a estudiar el significado de la Santa Cena. El mensaje de la muerte de Jesús de manera que yo pudiera ser salvo se convirtió en un fundamento poderoso de mi fe. Finalmente me sentí perdonado por mis pecados. Ahora tengo el privilegio de servir la comunión en el mismo altar que hace muchos años fue el escenario de mi ofensa juvenil, recibiendo a cada persona como perdonada-como lo fui yo.

Sr. John Dean (Nuevo México, EUA)

Oración:

Amado Padre celestial, gracias por enviarnos a tu Hijo para mostrarnos cuánto nos amas. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA El sentirnos perdonados nos permite amarnos a nosotros mismos y a las demás personas.

OREMOS:

Por quienes se sienten abrumados por la culpa.

 Pedro: el sediento de Dios