De generación en generación

 

EL APOSENTO ALTO

Jueves, 20 de enero de 2011
De generación en generación

Léase Deuteronomio 11.1-7, 18-21

Ustedes mismos son testigos de las grandes cosas que ha hecho el Señor.

-Deuteronomio 11.7 (VPEE)

¿CÓMO puede saber lo que ocurrió hace cien años? ¿Hace doscientos años? Usted no estaba allí. ¿Cómo aprendemos sobre lo que ocurrió en el pasado? La respuesta es que las personas que estaban allí lo escribieron. Le hablaron a sus hijos sobre los sucesos. Pasaron su conocimiento a familiares y amigos. La información importante pasa de generación en generación. Así es como la historia llega a nosotros/as.

Dios hizo una obra maravillosa, dirigiendo a su pueblo escogido fuera del cautiverio. Pero había más por venir. Dios le encomendó al pueblo que había experimentado la liberación, que le dijera a sus hijos y a los hijos de sus hijos lo que había ocurrido. Dios había cumplido sus promesas y quería que el pueblo cumpliera con su compromiso.

Somos los únicos con el conocimiento de primera mano de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. Las experiencias grandes y pequeñas conforman nuestra historia con Dios. Como la historia que recibimos, la única forma para que nuestro conocimiento de Dios alcance a otras personas es pasarlo. Ese es nuestro privilegio y nuestra obligación.

Sr. Richard Mabry (Texas, EUA)

Oración:

Amado Dios, ayúdanos a decirle a otras personas lo que has hecho por nosotros. Por Jesús. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA ¿Qué actos divinos puedo enumerar en mi historia?

OREMOS:

Por quienes narran historias.

 Pedro: el sediento de Dios

 

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