La obra maestra de Dios

EL APOSENTO ALTO

Lunes, 15 de noviembre de 2010 La obra maestra de Dios

Léase Mateo 11.28-30

¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?

-Mateo 6.27 (NVI)

UNA noche en noviembre, Ottawa recibió su primera gran nevada de la temporada. A la mañana siguiente, en lugar de tomar mi ómnibus hacia el trabajo, primero removí la nieve de la entrada para que mi esposa pudiera salir. La decisión interrumpió mi rutina y retrasó mi salida al trabajo.

Tomé un ómnibus 30 minutos más tarde de lo usual. El conductor estaba atrasado en su itinerario debido a que el tráfico estaba muy congestionado. Mis niveles de ansiedad aumentaron a medida que pensaba en el trabajo que me esperaba. Entonces sentí la urgencia de orar, lo cual hice en silencio. Después de dar gracias al Señor por el día y de buscar su protección y su guía, abrí mis ojos con una perspectiva nueva.

Sintiendo una paz interior que viene sólo de la presencia de Dios, miré por la ventana del ómnibus por primera vez. El paisaje había sido transformado en un panorama blanco de belleza. Disfruté la obra maestra de Dios. También recordé poner mis preocupaciones en las manos de nuestro Señor, y esperar con fe que se resolverían. Y se resolvieron. Llegué a tiempo y tuve un buen día en la oficina.

Sr. Ken C. Hague (Ontario, Canadá)

Oración:

Amado Padre, gracias porque al entregarte nuestras preocupaciones, tú las quitas de nuestros hombros. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA La oración transforma la forma en que vemos al mundo.

OREMOS:

Por quienes están preocupados por su trabajo.