miércoles, 24 de noviembre de 2010

Ayuda en nuestra debilidad

EL  APOSENTO  ALTO

Miércoles, 24 de noviembre de 2010
Ayuda en nuestra debilidad

Léase Romanos 7.14-25

¿Quién me librará de este cuerpo mortal? ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!
-Romanos 7.2425 (NVI)

DESDE mi niñez había entendido la necesidad de dar mi voluntad y mi vida a Dios, pero jamás había tomado verdaderamente ese paso.

Entonces, un problema grave en los ojos me llevó hacia una depresión que me hizo sentir que la vida no valía la pena. Pero con la ayuda de buenas personas, poco a poco aprendí a confiar en Dios. Confesé mis debilidades e hice reparaciones a quienes había dañado. Mi salud mejoró gradualmente.

Pero había algo más que estorbaba mi vida espiritual. Había fumado por muchos años y muchas veces había intentado sin resultado alguno poner fin al hábito. Una noche, agobiada por la falta de aliento y completamente desesperada, grité: «Dios, por favor, ayúdame. ¡Estoy en apuros!». No tengo duda de que cuando acudí a Él, me amparó y me libró de la muerte dentro de mí. Apagué el cigarillo y no volví nunca más a fumar.

Desde entonces, he comprobado una y otra vez que, cuando admito mi debilidad, Dios está siempre listo para llenarme con su fuerza.

Sa. Bobbi Nagy (Virginia del Oeste, EUA)

Oración:

Señor, ayúdanos a admitir nuestra debilidad y a confiar en tu fuerza. En el nombre de Jesús. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

Dios espera con paciencia hasta que admitamos nuestra debilidad.


OREMOS:

Por quienes tienen hábitos adictivos.


 Pedro: el sediento de Dios



No hay comentarios:

Publicar un comentario