miércoles, 22 de diciembre de 2010

Sin decir amèn todavía

EL APOSENTO ALTO

 
Miércoles, 22 de diciembre de 2010
Sin decir amén todavía

Léase Santiago 5.13-16

Oren en todo momento.
-1 a los Tesalonicenses 5.17 (VPEE)

CUANDO era una niña, vivía a dos casas de distancia de mi abuela y pasaba mucho tiempo con ella. Los gabinetes de color marrón oscuro y la mesita en su cocina, me hacían sentir segura y cómoda. Cuando tenía un problema o estaba preocupada, abuela aliviaba mi corazón herido con algunas golosinas y relatos sobre sus experiencias de años pasados.

Hasta donde puedo recordar, mi abuela ha necesitado ayuda para caminar: primero con un bastón y ahora con un andador. Mis oraciones de niña eran para que mi abuela pudiera correr nuevamente. A diario oraba para que las piernas de abuela se fortalecieran . Una tarde, mientras la observaba cojeando como de costumbre, mi corazón se conmovió. «Abuela», dije, «estoy orando por tus piernas y no he dicho amén todavía». Aprendí el versículo sobre el orar sin cesar en mi escuela bíblica dominical, y para mí eso significaba orar sin decir «Amén».

Nuestra familia se ha reído con esa historia por años. Pero la simple verdad es que siempre debemos orar con esa actitud. La oración puede ser una conversación contínua con Dios. Dios es un amigo con el cual podemos hablar todo el día, un acompañante que quiere escuchar los relatos de nuestro corazón.

Sra. Carol Hatcher (Georgia, EUA)

Oración:

Amado Padre celestial, gracias por el privilegio de la oración. Ayúdanos a orar continuamente. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

La oración es una conversación contínua con Dios.


OREMOS:

Por los abuelos y las abuelas.

 Pedro: el sediento de Dios



No hay comentarios:

Publicar un comentario