sábado, 25 de diciembre de 2010

Historias reales

EL APOSENTO ALTO

Sábado, 25 de diciembre de 2010
Historias reales

Léase Juan 1.1-18

Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
-Juan 10.10 (RVR)

MI madre vive a 550 kilómetros de distancia. Cuando la llamo por teléfono, una de las primeras cosas que a ella le gusta decirme es lo que leyó en El Aposento Alto ese día. «Déjame leerte esto», y lo hace. Después dice: «¿No adoras estos testimonios? Son tan reales. Pienso que es maravilloso cuándo una persona descubre que Dios está con ella.».

En la Biblia, así como en El Aposento Alto, leemos relatos de la presencia de Jesús en asuntos de familia, de justicia y cotidianos. Así que tenemos historias de personas entregándose al cuidado de Dios. Estos relatos unen nuestras vidas con Dios y nos alientan a ponernos en sus manos.

Jesús, Emanuel, «Dios con nosotros» nos muestra cómo ser humanos. Comenzando con su infancia vulnerable, no lo vemos «salvando almas» tanto como entrando, viviendo y salvando nuestra humanidad, al invitarnos a entregarnos en las manos de Dios, que con amor nos transforma en aquello para lo cual fuimos creados. La promesa de Dios es la vida en toda su plenitud; y plenamente vivos glorificamos al que está siempre con nosotros/as. Y esa es otra buena historia.

Sr. John Franklin (Manawatu, Nueva Zelanda)

Oración:

Dios de amor, que en Cristo podamos vivir nuestras vidas a plenitud y glorificándote. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

Jesús es nuestro modelo de lo que significa vivir plenamente.


OREMOS:

Por las familias separadas en Navidad.

 Pedro: el sediento de Dios



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