Mi pueblo natal

EL APOSENTO ALTO

Miércoles, 8 de diciembre de 2010
Mi pueblo natal

Léase Filipenses 3.10-14

Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante...

-Filipenses 3.13 (NVI)

ESTABA decidida a celebrar bien esta Navidad. No me iba a afanar; iba a concentrarme más en el amor. Pero a medida que el día de Navidad se acercaba, sentí el deseo de visitar la tumba de mis padres. Nuestra relación no había sido como yo hubiese querido. Al recordar mi pueblo natal y el pasado doloroso, me convencí de que no podía volver atrás.

Sin embargo, la urgencia de regresar continuaba en mí. Así que decidí ir la noche de Navidad. Mientras más me acercaba, más nerviosa me sentía. ¿Cómo algo que ya terminó me puede afectar así? Al acercarme al pueblo, me detuve para pensar sobre eso. Finalmente la respuesta vino: necesitaba perdonar. «Padre», oré, «quiero perdonarlo todo, incluyéndome a mí misma. Entrego mi pasado en tus manos».

Manejando hacia el pueblo, esperaba ver el pequeño pueblo desvencijado que recordaba. Pero no fue eso lo que encontré. En su lugar había un pueblo simpático. Las tiendas, las decoraciones: recordaba cada detalle. «Este es mi pueblo», dije orgullosamente. Dios me estaba ayudando a olvidar el pasado.

Sa. Carolyn Caldwell (Carolina del Sur, EUA)

Oración:

Dios de paz, ayúdame a dejar atrás el pasado para que pueda disfrutar la plenitud de vida que ofreces hoy. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA La Navidad es una buena época para perdonar las ofensas pasadas.

OREMOS:

Por quienes guardan recuerdos dolorosos en su vida.

 Pedro: el sediento de Dios