Cuidar de las viudas

EL APOSENTO ALTO

Jueves, 2 de diciembre de 2010 Cuidar de las viudas

Léase el Salmo 146.5-9

La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones...

-Santiago 1.27 (NVI)

A principio del año pasado pasé una semana en un centro cristiano de retiros cerca de la frontera con Escocia. Sólo había algunos invitados, pero entre ellos estaba Berna, cuyo esposo Jim había fallecido hacía dos meses. Berna había renunciado a su trabajo para cuidar a Jim durante el último año de su vida. Cuando nos conocimos estaba llena de dolor. Antes de despedirnos prometimos escribirnos. Durante ese año nos escribimos regularmente. Berna hablaba libremente sobre su querido Jim, y me sentí libre de formular preguntas sobre él. Me dijo que escribirme y recibir mis cartas fue sanador.

La Biblia nos anima a cuidar de las viudas y los huérfanos, y estoy segura de que esto se refiere a otras personas que conocemos y sabemos que están sufriendo alguna pérdida. No se necesita mucho para mostrar que nos preocupamos. Algunas personas visitan y traen alimentos, mientras otras llevan flores. Algunas hacen pequeños obsequios. Estos son pequeños actos que crean un espacio de gozo en días que de otra manera serían tristes. Estos gestos amorosos hacen una gran diferencia.

Sa. Elinor Jones (Lothian del Oeste, Escocia)

Oración:

Amado Dios, ayúdanos a compartir nuestro tiempo con quienes sufren. Muéstranos cómo apoyarles. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA Las personas que están sufriendo necesitan amistades.

OREMOS:

Por quienes han perdido seres queridos.

 Pedro: el sediento de Dios