lunes, 27 de septiembre de 2010

Conversaciones diarias

EL APOSENTO ALTO

Lunes, 27 de septiembre de 2010
Conversaciones diarias

Léase Isaías 60.1-3

Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.
-Josué 24.15 (NVI)

EN mi función como director de recursos humanos, me relaciono con muchas personas en el distrito escolar donde trabajo. Mis compañeros y yo a menudo hablamos sobre nuestras actividades familiares. Uno de mis temas favoritos es mi hijo y el tiempo que pasamos juntos. El otro es mi iglesia: los comités en los que participo y los mensajes de nuestro pastor.

El domingo pasado varias personas se unieron a nuestra iglesia. Uno de los miembros nuevos era una compañera de trabajo que me había escuchado hablar sobre las actividades de la iglesia, nos visitó y decidió unirse a nuestra congregación. Fue un honor servir como padrino de esta persona. Después del servicio, ella me abrazó, me dio las gracias y me dio un regalo. Fue emocionante ver a otra persona unirse a la familia de la fe.

A veces me he preguntado sobre mi papel en la familia de Dios. ¿Qué puedo hacer? Por obra de la gracia de Dios, en mi vida diaria he encontrado personas que no conocen a Cristo o que están buscando un lugar para congregarse y servir. A veces las conversaciones nos proveen oportunidades para dirigir a otras personas hacia una vida de fe en Dios.

Sr. Cole Warner (Wisconsin, EUA)

Oración:

Amado Dios, danos palabras para hablar sobre nuestra fe en las conversaciones diarias. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

¿Cómo puedo hablar de Dios?


OREMOS:

Por compañeros/as de trabajo.

 

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