EL APOSENTO ALTO
Miércoles, 9 de junio de 2010
Volverán los rescatados del Señor, y entrarán en Sión con cánticos de júbilo; su corona será el gozo eterno. El viaje a casa
Léase Génesis 32.3-12 y 33.1-10
-– Isaías 51.11 (NVI)TODOS somos pecadores, y las personas a quienes más ofendemos son a quienes más amamos. Jacob engañó a su padre y le robó a su hermano. Tuvo que abandonar su casa debido a su pecado. Pero, llegó el momento en que Dios lo llamó a regresar a casa y a enfrentarse con quienes había ofendido.
Una parte del regreso es el arrepentimiento. Cuando le permitimos al pecado vivir en nuestros corazones, éste nos separa de la bendición de Dios. Hace poco fui llamada por Dios a regresar, a ser honesta acerca de mi pasado. Este proceso ha implicado confesar a mi familia decisiones pecaminosas que tomé en mis años de adolescencia. Como Jacob, engañé a mi familia.
El regresar a casa nos puede atemorizar. Pero cuando Dios nos dirige y obedecemos, tenemos la promesa de que las bendiciones vendrán. Quienes regresan a Dios a través de su Hijo Jesús, son los «rescatados del Señor». Quienes obedecemos, regresaremos y recibiremos gozo duradero. A cada paso vislumbro esta verdad: el gozo está en el horizonte. Dios es fiel.
Sra. Carol B. Weaver (Texas, EUA)
Oración:
Señor, prepara el camino para el regreso a casa. Dame valor para obedecer y prepara a quienes he ofendido para escuchar la verdad. Amén.
Dios camina con nosotros en el largo camino a casa.
OREMOS:
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