EL APOSENTO ALTO
Domingo, 27 de junio de 2010
Nosotros contamos con el Señor nuestro Dios, quien nos brinda su ayuda y pelea nuestras batallas. Ayuda para cargas pesadas
Léase 2º de Crónicas 32.1-8
-EN la Biblia aparecen muchos actos de fidelidad de Ezequías. Él aprendió que en cada circunstancia había una parte suya y otra de Dios. Ese fue el caso al enfrentarse con Senaquerib, el rey de Asiria, quien intentó capturar a Jerusalén. El rey Ezequías hizo lo posible para impedir la victoria de Asiria. Construyó murallas, hizo armas y escudos, organizó al pueblo y detuvo el agua de los manantiales que daban de beber al enemigo. Después, Ezequías clamó a Dios para que hiciera el resto.
Ocasionalmente, necesitamos recordar que una porción de las tareas de la vida nos corresponde. Pero también debemos recordar que hay momentos en que las cargas de la vida pueden ser abrumadoras. Atribulados, hallamos que no podemos manejar las demandas de la vida por nosotros mismos. Es entonces que debemos volvernos plenamente a Dios. Cuando la adversidad nos abruma, podemos acudir al Señor en busca de ayuda. Veremos nuestra fidelidad galardonada a medida que Dios nos da la fortaleza necesaria para nuestras tareas.
Sr. William L. Dike (Florida, EUA)
Oración:
Ayuda de los desamparados, capacítanos para confiar más en ti, conscientes de que tu mano sostiene las nuestras. Por Jesús. Amén.
La vida debe ser un pacto entre Dios y nosotros/as.
OREMOS:
Pedro: el sediento de Dios
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