martes, 23 de marzo de 2010

Reconocer las bendiciones

EL APOSENTO ALTO

Martes, 23 de marzo de 2010
Reconocer las bendiciones

Léase Colosenses 3.15-17

Y le tocó la oreja al criado, y lo sanó.
-– Lucas 22.51 (VPEE)

CADA vez que leo el relato de Lucas sobre la Semana Santa, me pregunto qué le sucedió al criado del sumo sacerdote. Uno de los seguidores de Jesús le cortó la oreja y Jesús la restauró. El hombre seguramente reconoció el milagro, no sólo de su sanidad, sino del perdón de Jesús por su papel en este evento. ¿Le sorprendería la acción de Jesús? Quizás por el resto de su vida el siervo pondría su mano sobre su oreja con asombro. ¿O simplemente aceptó el milagro y continuó lo que estaba haciendo como si nada hubiera pasado?

Hago eso a menudo. Soy testigo de una enfermedad sanada, o una oración contestada y simplemente continúo con mis planes. Sólo más tarde hago una pausa para reconocer al que toca las vidas. Como hija de Dios sinceramente deseo responder a mis bendiciones con gratitud instantánea. Pero, como humana al fin, a menudo dejo de reconocer los dones de amor de Dios.

El saber cómo esa persona en el huerto respondió al toque de Cristo no es tan importante como la forma en que yo responderé hoy. Una vez sanada, ¿seguiré mi rumbo, o me arrodillaré para dar gracias?

Sra. Carolyn Y. Rickman (Nueva York, EUA)

Oración:

Padre amoroso, he sido testigo de tus milagros, pero he fallado en reconocer tu mano. Perdóname cuando recibo bendiciones de ti y no te doy gracias. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

¿Dónde he visto la mano de Dios obrar hoy?


OREMOS:

Por quienes buscan sanidad.

 



Actualízate gratis al nuevo Internet Explorer 8 y navega más seguro

No hay comentarios:

Publicar un comentario