EL APOSENTO ALTO
Miércoles, 17 de marzo de 2010
Ese hombre que se llama Jesús hizo lodo, me lo untó en los ojos, y me dijo: 'Ve al estanque de Siloé, y lávate.' Yo fui, y en cuanto me lavé, pude ver. ¿Curado o sanado?
Léase Juan 9.1-11
-– Juan 9.11 (VPEE)LA energía parecía salir de mi cuerpo. Tendría otra noche de fatiga extrema. Noches como éstas parecen interminables y eternas. ¿Tendré alguna vez un momento de energía, creatividad y salud? Lucho con enfermedades crónicas, y con la constante consciencia de mis limitaciones.
Dios creó mi cuerpo. Creo que Dios puede sanarme así como Jesús sanó al hombre que era ciego de nacimiento. Pero los años han pasado y continúo luchando a diario.
Mientras luchaba con el por qué algunas personas son sanadas y otras no, comprendí la diferencia entre sanidad y curación. La sanidad significa plenitud, bienestar y paz. La curación es la ausencia de enfermedad y de discapacidad. Dios puede sanar sin curar.
Con gozo repentino, comprendí que Dios me ha sanado. El mayor anhelo de mi vida ha sido estar en el ministerio cristiano, y Dios me ha bendecido con 20 años de trabajo en la iglesia. ¿Estoy curada? No. ¿He sido sanada? ¡Definitivamente!
Sra. Rebecca Oakes Long (Arizona, EUA)
Oración:
Dios misericordioso, te pedimos por sanidad de manera que podamos vivir en plenitud en nuestras relaciones, con nuestros cuerpos y nuestras mentes. Amén.
Estemos curados/as o no, podemos gozar de plenitud.
OREMOS:
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