EL APOSENTO ALTO
Miércoles, 31 de marzo de 2010
Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Amor infinito
Léase el Salmo 103.8-12
-– Salmo 103.12 (RVR)HABIENDO sido una vez un ladrón, se me hace muy fácil recordar mi pasado pecaminoso. El encontrarme con alguien afectado por mis acciones, pasar por un lugar donde ocurrió una de mis fechorías o contemplar algo que asocio con ese período de mi vida puede traer recuerdos de ese tiempo difícil.
A veces parece que no importa donde esté, los lugares y las cosas evocan dentro de mí algo que dice: «¿Te acuerdas cuando cometiste ese pecado?» Debido a que muchas personas, lugares o cosas pueden evocar esa pregunta, las repercusiones de mis pecados parecen llegar lejos. ¿Tienen repercusiones tan grandes que siempre los recordaré? Mi mente responde que sí. ¿Tan grandes como para condenarme eternamente? La Escritura dice que no.
El salmo de hoy nos dice que el amor y el perdón de Dios son más grandes que cualquier pecado que pudiéramos cometer. Aunque las personas, los lugares y las cosas pueden revivir recuerdos de pecados pasados, es estimulante recordar que una vez nos arrepentimos, ¡Dios no se acuerda más de ellos!
Sr. Charles P. Axe (Pensilvania, EUA)
Oración:
Dios perdonador, cuando me sienta abrumado/a por mis pecados pasados, recuérdame que no son tan grandes como tu perdón y tu amor infinito por nosotros. Amén.
Lo que Dios puede hacer supera cualquier cosa que hayamos hecho.
OREMOS:
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