miércoles, 24 de marzo de 2010

La voluntad de Dios

EL APOSENTO ALTO

Miércoles, 24 de marzo de 2010
La voluntad de Dios

Léase Mateo 26.36-41

Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.
-– Mateo 26.39 (NVI)

ESTABA por cumplir quince años de edad y cursaba el penúltimo año de mi escuela, cuando se agravó la enfermedad que mi madre venía padeciendo desde hacía seis meses. Por ser yo la hija mayor en casa, ella me pidió que dejara mis estudios para atender las necesidades de la familia, especialmente el cuidado de la más pequeña de mis hermanas, una bebé de tres meses. La situación me aterró. Eso significaba renunciar a mi anhelo de convertirme en una profesional; además de que no tenía la menor idea de cómo cuidar un bebé.

Mi otra reacción fue de enojo contra Dios por no responder a mis oraciones por la sanidad de mi madre. En seguida me reprendí a mí misma, y le pedí perdón a Dios por mi rebeldía. Le presenté la vida de mi madre y le pedí ayuda para esa etapa de reto, confiando en que Dios me sostendría. Le pedí que no se hiciera mi voluntad sino la suya. La respuesta de Dios, fue que mi madre empezó a sanar y tres meses después se recuperó.

Entendí que Dios quería enseñarme una valiosa lección y aprendí a orar diciendo: no se haga mi voluntad, sino la tuya.

Sra. Judith Arriaga de Ruiz (México)

Oración:

Padre nuestro, ayúdanos a recordar que sabes lo que es para nuestro bien. Sea hecha tu voluntad. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

¿Estoy orando a Dios conforme a su voluntad?


OREMOS:

Por quienes están pasando por una crisis en su vida.

 



Actualízate gratis al nuevo Internet Explorer 8 y navega más seguro

No hay comentarios:

Publicar un comentario