EL APOSENTO ALTO
Miércoles, 10 de marzo de 2010
Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan. ¡Dios es real!
Léase Hebreos 11.1-13
-– Hebreos 11.6 (RVR)ERA el día antes del receso de Acción de Gracias y le había dado a cada niño en mi clase de primer grado la oportunidad de compartir con el grupo un motivo por el cual estar agradecidos. Escuché las respuestas acostumbradas: mi familia, la comida, mi casa, nuestro perro, mi bicicleta.
Un estudiante, sin embargo, estaba reacio a expresar lo que guardaba en su corazón. Me preguntó si podía susurrar en mi oído el motivo por el cual estaba más agradecido. Me incliné y acerqué mi oído a su pequeño rostro. «Estoy agradecido porque Dios es real», dijo en voz baja.
«Dios es real». Las palabras de este niño me desafiaron. Por cuanto Dios es real, puedo creer en la Biblia. Por cuanto Dios es real, puedo confiar; no tengo que temer. Dios es fiel al escuchar mis oraciones y al suplir cada una de mis necesidades.
La verdad transformadora que este niño me confió debe ser proclamada a otras personas. Lo que este niño dijo es cierto: la realidad de Dios es algo por lo cual estar agradecido. Cuando nos percatamos de que Dios es real, nos llenamos de gratitud.
Sra. Stacy Sánchez (Nuevo México, EUA)
Oración:
Amado Dios, gracias por mostrarnos tu amor en los hechos diarios. Ayúdanos a proclamar que eres real. Amén.
¿Estoy viviendo como si creyera que Dios es real?
OREMOS:
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