martes, 1 de marzo de 2011

¿ Problemas con el cabellos?

EL APOSENTO ALTO

Martes, 1 de marzo de 2011
¿Problemas con el cabello?

Léase el Salmo 139.13-18

Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras.
-Salmo 139.14 (RVR)

ACABABA de obtener un nuevo recorte de cabello y me sentía un poco incómoda. Pensaba que lucía como si hubiera puesto un animal peludo en mi cabeza. Cuando desperté al día siguiente, me sentía peor. Deseaba permanecer en la casa todo el día. Pero una celebración de la iglesia se había pautado para ese día. Ya sea que me gustara o no, tenía que salir.

Mi estado de ánimo no había cambiado al momento de dirigirme a la iglesia. Pero de camino comencé a pensar que mi recorte no era lo único que me hacía sentir mal; la otra razón era la falta de confianza en mí misma. Mientras caminaba hacia la iglesia, observé a una niña que se dirigía hacia mí. Cuando llegó cerca de mí, dijo: «Perdone, pero usted es hermosa». Sorprendida, le dí las gracias, y seguí caminando.

Más tarde pensé en cómo Dios nos habla en diferentes formas y cómo utilizó a la niña para levantar mi espíritu. Dios me ve hermosa. No importa cómo me siento, sigo siendo creada a la imagen de Dios y su imagen es hermosa. ¡Esa imagen me incluye a mí tanto como a usted!

Sa. Khanysile Ngwenya (Soweto, Suráfrica)

Oración:

Padre celestial, gracias por tu Espíritu Santo que nos consuela. Ayúdanos siempre a saber quiénes somos a través de tu amor por nosotros/as. En el nombre de Jesús. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA

Cada ser humano es hermoso por ser hijo de Dios.


OREMOS:

Por quienes sufren de autoestima baja.



ES MEJOR DAR QUE RECIBIR
¡Reparte a manos llenas!  Una palabra oportuna, una sonrisa, una actitud animadora, un pensamiento generoso, y tu corazón sentirá esta gran verdad:  ¡Es mejor dar que recibir!  ¿Nunca lo sentiste?, ¡Experiméntalo!  Ayuda a alguien sin esperar nada a cambio, y verás cómo llegará a tus puertas, con las manos llenas de alegría, la más grande felicidad que puedas experimentar en la vida... ¡La felicidad de dar!..


Pedro: el sediento de Dios



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