EL APOSENTO ALTO
Martes, 25 de enero de 2011
Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga». Venid a mí y descansad
Léase Mateo 11.28-30
-Mateo 11.30 (RVR)ME encontraba en el sillón de la sala descansando cuando vi que mi hijo de 4 años estaba desesperado llorando, mientras trataba de abrir un recipiente cuya tapa estaba apretada.
Le dije de inmediato: «Ven, te puedo ayudar a abrirlo». Él insistía en hacerlo solo; y su llanto y su frustración crecían cada vez más. Yo lo llamaba una y otra vez, pero él no aceptaba mi ayuda. Al final, cuando se sintió cansado, vino a mí. Le abrí la tapa del recipiente y se dió cuenta de lo fácil que había sido para mi abrirlo. Él se hubiera evitado esa pataleta si hubiera obedecido a mi llamado.
El incidente se convirtió en una enseñanza espiritual para mi acerca de cómo manejar mis dificultades. A veces, en vez de buscar la ayuda de Dios, tratamos por nuestros propios medios de solucionar los problemas; y terminamos frustrados o en llanto. La promesa del Señor es: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo hos haré descansar…». El Señor tiene la solución para nuestros problemas: creamos y confiemos en su Palabra-y pidamos la ayuda de Dios.
Sa. Yaneth Orozco (Cali, Colombia)
Oración:
Amado Padre, ayúdanos a entender que para ti nada es imposible. Podemos entregarte a ti todos nuestros problemas y descansar en ti. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Busque primeramente la ayuda de Dios.
OREMOS:
Por los padres de niños pequeños.
martes, 25 de enero de 2011
Venmid a mí y descansad
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