EL APOSENTO ALTO
Sábado, 15 de enero de 2011
No se olviden de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Alguien está en la puerta
Léase 1ª a Timoteo 6.17-19
-Hebreos 13.2 (NVI)ES muy fácil para mí quedar atrapado en la rutina diaria. Pero, ¿estoy haciendo lo suficiente en cuanto a las cosas más importantes? ¿Estoy haciendo alguna diferencia en el mundo de Dios y por su pueblo al servir a otras personas con amor sincero? A medida que pasa el tiempo, podemos ignorar a quienes tocan a la puerta o piden limosna en las calles. ¿Cuán a menudo tendemos a pensar: «Doy bastante» o « Doy a mi iglesia» o «Mi familia es primero»?
Un día, un hombre que había tocado a mi puerta muchas veces llegó nuevamente. Esta vez le pedí que se fuera sin escucharlo. Después de unos minutos mi hijo dijo: «Papá, ¿estamos actuando como cristianos al dejarlo ir?». Su pregunta fue como un toque de Dios. Nos subimos al auto y hallamos al hombre en la carretera. Lo recogimos y lo llevamos a casa, mostrándole hospitalidad tal como la Biblia nos indica.
¿Realmente damos suficiente tiempo, dinero, ayuda a la iglesia y a la comunidad? Aun más, ¿damos sin esperar algo a cambio? Después de todo, lo hacemos para Dios y para su pueblo.
Sr. Shaun McHardy (Cabo Oeste, Suráfrica)
Oración:
Amado Señor, manténnos conscientes de quienes tienen necesidades que podemos suplir. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Dé generosamente sin esperar algo a cambio.
OREMOS:
Por un sentido renovado de dar genuinamente.
Pedro: el sediento de Dios
No hay comentarios:
Publicar un comentario