EL APOSENTO ALTO
Sábado, 29 de enero de 2011
Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. Sembrar y cosechar
Léase el Salmo 126
-Gálatas 6.9 (VPEE)HACE tres años mi familia compró una casa situada en un acre de terreno. Lamentablemente, éste no tenía árboles ni plantas, así que mi esposo y yo nos dimos a la tarea de sembrar una variedad de árboles y plantas ornamentales y frutales.
La tarea ha resultado ser más difícil y costosa de lo que creíamos. Muchas plantas nunca florecieron y hemos tenido que reemplazarlas por otras. La hierba mala, los insectos y las enfermedades son muy persistentes y para combatirlas aplicamos insecticidas regularmente. Sin embargo, aunque la tarea es interminable y fatigosa, ya podemos ver una diferencia. El césped se ve precioso cuando lo cortamos; los primeros árboles que sembramos ya comienzan a dar sombra y mi hijo disfruta recogiendo sus propias fresas.
La obra del Señor es muy similar. El trabajo parece ser enorme comparado a los resultados. Sin embargo, el versículo de hoy me consuela y estimula en mi trabajo en el Señor. Aunque no veamos mucho fruto ahora, Dios es misericordioso, y a su tiempo segaremos con regocijo.
Sra. Pérsida Ramos (Carolina del Norte, EUA)
Oración:
Dios Creador, ayúdanos a obrar con fe, confiados en que lo que siembras a través de nosotros va a dar fruto. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Cuando trabajamos para Dios nuestros esfuerzos nunca son en vano.
OREMOS:
Por quienes están agotados haciendo la obra de Dios.
Pedro: el sediento de Dios
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