EL APOSENTO ALTO
Lunes, 20 de diciembre de 2010
No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda. Dios nos conoce
Léase el Salmo 139.1-5
-Salmo 139.4 (NVI)CON mucha alegría, recuerdo las comunidades pequeñas de Kentucky cuando era un niño. La gente de cada pueblo se conocía entre sí. Los niños asistían a la misma escuela primaria. Los vecinos traían alimentos cuando alguien estaba enfermo, y los padres cuidaban los hijos de otros.
Hoy la cultura ha cambiado. Podemos saludar a nuestros vecinos, pero no iniciamos una conversación. Nuestros compañeros de trabajo pueden saber un poco de nosotros, pero no los detalles de nuestra vida personal. Ya sea que otras personas nos conozcan o no, una verdad universal es que Dios nos conoce plenamente. El Señor conoce nuestros pensamientos más íntimos. Algunas parejas después de un período largo de matrimonio pueden completarse las oraciones uno al otro. El salmista nos dice que: «No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda»(Salmo 139.4).
En cada situación que enfrentamos podemos regocijarnos por que Dios nos protege, nos guía y nos ama. Como hijos de Dios, podemos celebrar sus bendiciones y gozarnos en su obra en nuestras vidas diarias.
Sr. W. Terry Whalin (Arizona, EUA)
Oración:
Padre celestial, nos regocijamos porque tú conoces nuestros pensamientos aun antes de pensar en ellos. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Dios nos conoce totalmente y nos ama de todas maneras.
OREMOS:
Por quienes no se sienten amados/as.
Pedro: el sediento de Dios
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