EL APOSENTO ALTO
Domingo, 19 de diciembre de 2010
Uno de ellos, al verse limpio...se arrodilló delante de Jesús, inclinándose hasta el suelo para darle las gracias. Agradecer a la fuente
Léase Lucas 17.11-19
-Lucas 17.1516 (VPEE)DESPUÉS de la clase bíblica, la otra maestra y yo le entregamos pequeñas funditas con galletas a los alumnos y les deseamos una feliz Navidad. Los niños dieron las gracias y comenzaron a comer mientras salían. Cuando estábamos por salir, un niño se acercó y nos pidió una fundita para su hermano discapacitado, que caminaba lentamente detrás de él.
El frágil niño gritó: «Maestra, por favor espere». Su hermano le dijo: «Ya le di las gracias por los dos. No molestes más a la maestra». El niño tomó el regalo, pero siguió caminando hacia mí. «Quiero darle las gracias porque usted fue quien nos dio los regalos», me dijo, y besó mi mano tiernamente.
Sus palabras de gratitud me recordaron al leproso samaritano que Jesús sanó. Me pregunté a mí misma: ¿Cuántos de nosotros/as nos comportamos como los otros leprosos: lentos para decir «¡Gracias!»? Y cuando nos sentimos agradecidos, ¿a quién le damos las gracias? Como cristianos, podemos vivir cada día en adoración y acción de gracias a nuestro Dios, la fuente de toda buena dádiva (Vea el Salmo103.2-4 y Santiago1.17).
Sa. Vilma May A. Fuentes (Davao, Filipinas)
Oración:
Dador de todos los dones, gracias por tu amor que nunca falla. Llénanos de gratitud. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Glorificamos a Dios cuando damos gracias
OREMOS:
Por los niños en la pobreza.
Pedro: el sediento de Dios
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